Llegados a
esta época del año, donde los movimientos del mercado de fichajes es lo que eclipsa
cualquier otra posibilidad de recreo, se citan los "encontronazos
sentimentales", sobre todo en aquellos aficionados ultra-mente sentimentales,
cual guerrero fiel a su Rey, que sólo ven poco más que los colores del Club de
sus amores.
Me cuesta
entender como cuando llega un nuevo fichaje y se prepara su presentación, acuden
miles y miles de personas a verle, pero más me cuesta aún, como estas masas
cargadas de sentimientos le "exige" al nuevo ídolo que se bese el
Escudo.
¿Piensan de
veras que ese gesto significará que el nuevo jugador, venido en muchos casos de
tierras lejanas, pueda hacerle sentir lo mismo que sienten ellos?
Debemos ser
conscientes que la mayoría de Jugadores vienen y están en los equipos por su
profesionalidad, su ambición, su interés, su ganas de crecer, ganar, ganar
títulos, .... pero muy muy pocos por Sentimientos y Amor a los colores, quizás
por desgracia, YA NO!!
Nunca nos
paramos a pensar que TODOS los nuevos fichajes son recibidos después de
defender otros escudos, nunca miramos siquiera la procedencia natural ni el
lugar donde nació del jugador y menos nos preguntamos ¿por qué viene realmente
a jugar aquí?
Es más, no
somos capaces de darnos cuenta de que muchas veces, los mismos jugadores de cantera
vienen de otros Clubes, sólo con la salvedad de que han llegado a nuestro Club desde
el Fútbol base (algunos casos ya avanzados e incluso en filiales altos), pero tras
pasar por otros equipos.
Pero llega
el "gran problema" .... éste surge cuando es al revés y nos toca
vivir que un "traidor" se marche a otro Club!!. Nos volvemos locos y nos llenamos de odio
hacia Él, se nos olvida de repente lo que ha hecho por el nuestro, se nos
olvida que lo ha defendido con honra, que lo ha dado todo por él, que fue un
magnífico profesional, que nos hizo crecer, que .... y que un día se besó
nuestro escudo!!
Por favor,
no seamos tan ingenuos y algo menos hipócritas, esto es el Fútbol actual, falto
de sentimientos y lleno de intereses y negocio en los protagonistas vestidos de
corto, pero que al final son los que mantienen nuestra afición y nos hacen
soñar, disfrutar y sufrir.
Por
supuesto, los que visten con nuestros colores, pero ni mucho menos, no por
besarse el escudo.
Cachola 4