Esta frase puede servirnos para el enunciado de la crónica del partido de esta semana y al mismo tiempo, la podríamos usar para enunciar la situación que está atravesando el equipo en estos momentos.
Todos sabíamos de la importancia del encuentro de esta pasada jornada, como el de todas las semanas, pero debido a la situación actual y por como nos está afectando en la clasificación, cada vez se hace más urgente conseguir la victoria.
El partido de ayer no iba a ser fácil por muchas razones, a las de todos los
Domingos había que sumarle algunas más, una de las más significativas sería la
climatología del momento. Mucho frío, incesante lluvia y, sobretodo, un viento demoledor.
Es evidente que estos aspectos deben perjudicar o beneficiar
a ambos equipos, pero nosotros no supimos aprovechar el beneficio que concede
este tipo de elementos y quizás nuestro rival sí lo hiciera.
En la primera mitad no supimos aprovechar la clara ventaja de
la que dispone un equipo cuando el viento lo tiene a favor (cuando sopla de la
forma con la que lo hizo el Domingo, es mucha), debimos ser más verticales, haber
buscado con más determinación la meta contraria, haber puesto constantemente a
prueba al portero rival con tiros más o menos lejanos y haber sacado una
ventaja que nos permitiese haber salido en la segunda mitad con menos
necesidades.
Todo lo contrario hizo nuestro rival, que en la segunda
parte cuando el viento le fue favorable, y sirva de ejemplo que en el primer
minuto ya había hecho su primer tiro a portería desde casi medio campo, supo
a que jugar y demostró tener más experiencia en estos casos.
Fue un partido de alta intensidad, con mucho juego directo
y dificultad en el juego elaborado, donde no cometer errores era casi más
importante que producirlos en el rival, donde se debía de forzar al máximo en
las disputas y ser agresivos sería determinante.
Hay que reconocer que nuestros chicos se dejaron la piel en
el campo, que “pelearon” durante todo el partido y no restaron esfuerzo para
poder lograr la “demasiado ansiada” victoria, pero esto trata de un juego de
colaboración – oposición, donde el contrario también juega, donde no sólo el
correr y luchar vale, donde la inteligencia y la experiencia es una virtud,
donde hay muchos factores que influyen, donde hay un juez árbitro que decide y a veces
no acierta y donde hasta la fortuna cuenta.
Me atrevo a decir que no merecimos menor premio que nuestro
rival, ni creo que éste jugara mejor, ni que siquiera hiciera más méritos que
nosotros por llevarse los tres puntos, pero hay que ser consecuentes, felicitarles por la victoria y aprovechar la derrota para aprender de ella.
Y como he empezado a decir en este artículo, el viento
parece estar ahora en contra
Es evidente que no estamos pasando por un buen momento, que parece que no lleguemos a la salida de la mala racha y que la desesperación por hacerlo se esté convirtiendo en nuestro peor enemigo.
La confianza y valentía con la que debemos llegar a los enfrentamientos parece estar a medio gas, poniendo en entredicho y haciéndonos dudar a la hora de acometer las acciones del juego, provocando con ello que no demostremos nuestra personalidad y no aprovechemos todo nuestro potencial, y como una pescadilla que se muerde la cola, mientras aparezcan las dudas, será muy difícil revertir la situación y viceversa.
Así que debemos creer y estar convencidos que este equipo y en particular estos jugadores, que ya han demostrado que pueden hacer las cosas muy bien, no nos vamos a dar por vencidos y os aseguro, que volveremos muy pronto al recobrar el rumbo y con ello llegarán nuevamente las victorias.
Sólo creyendo, trabajando y esforzándonos cada día, encontraremos la mejora y seremos más competitivos para afrontar lo que nos queda por delante, aprovechando lo ocurrido para hacernos más fuertes y mejores.
Felicitar al equipo del Rinconada, por su victoria en este partido y desearle suerte en lo que resta de campeonato.
Es evidente que no estamos pasando por un buen momento, que parece que no lleguemos a la salida de la mala racha y que la desesperación por hacerlo se esté convirtiendo en nuestro peor enemigo.
La confianza y valentía con la que debemos llegar a los enfrentamientos parece estar a medio gas, poniendo en entredicho y haciéndonos dudar a la hora de acometer las acciones del juego, provocando con ello que no demostremos nuestra personalidad y no aprovechemos todo nuestro potencial, y como una pescadilla que se muerde la cola, mientras aparezcan las dudas, será muy difícil revertir la situación y viceversa.
Así que debemos creer y estar convencidos que este equipo y en particular estos jugadores, que ya han demostrado que pueden hacer las cosas muy bien, no nos vamos a dar por vencidos y os aseguro, que volveremos muy pronto al recobrar el rumbo y con ello llegarán nuevamente las victorias.
Sólo creyendo, trabajando y esforzándonos cada día, encontraremos la mejora y seremos más competitivos para afrontar lo que nos queda por delante, aprovechando lo ocurrido para hacernos más fuertes y mejores.
Felicitar al equipo del Rinconada, por su victoria en este partido y desearle suerte en lo que resta de campeonato.
Jugaron: Richi, José Javier, Ponce (Fran), Chalo, Joselu (Pablo), Pelu,
Juan (Juanma), Jesús (Manu), Aure (Álvaro), Antonio, Pibe
Es imposible cambiar el sentido del viento, pero no lo es cambiar nuestro rumbo
" VAMOS EQUIPO"
" VAMOS EQUIPO"
Cachola 4
