No dudo que con esta opinión me arriesgo a ser “tachado” o al menos criticado, por algunos preparadores y entrenadores (muchos amigos míos) que verán puesto en duda su trabajo, pero no es esa mi intención.
Espero que mis ideas sean entendidas y valoradas como lo que son, simples opiniones con el simple fundamento de mi experiencia y dedicación hacía este deporte, así que sólo me queda pedir perdón a los que se sientan mal con mi exposición.
A veces, nos olvidamos de cual debe ser el objetivo
principal de la preparación del futbolista, qué deben procurar las sesiones de
entrenamiento y el como y para que planteamos las tareas de campo. Ese objetivo no debe estar
muy lejos, de preparar al equipo para competir en las mejores condiciones
posibles.
Hay todavía muchos compañeros y preparadores que siguen empeñados
en diferenciar y separar las partes de la preparación del futbolista y, por
ende, el entrenamiento de las condiciones deportivas, realizando sesiones y tareas donde priorizan un
objetivo sin atender a los demás y sin tener en cuenta la globalidad del juego.
Entonces, me pregunto, ¿Cómo se sigue entrenando tan alejado
del juego?, ¿Por qué separamos lo inseparable? ¿Por qué priorizamos lo
condicional en un deporte tan complejo y cognitivo? ¿Por qué utilizamos tantos
materiales si sólo se juega con un balón? ¿Por qué tantas mediciones si luego
no nos sirven para nada? ¿No es cierto esto último? ¿Por qué esos entrenos
fuera de los terrenos de juego? ¿Por qué todo tan “medido”? ¿Por qué tratamos a
los jugadores por separado? ¿Entrenos individuales? ¿Por qué tantas
repeticiones de la misma acción? (sin oposición, ni incertidumbre, alejado de
la realidad) ¿Por qué esas tareas teledirigidas? (coartando la creatividad ) ….
Entiendo que el “Entrenamiento”,
lo debemos preparar bajo un pensamiento más contextual y globalizado,
atendiendo a la totalidad de la preparación del Futbolista, para conseguir con
ello, un resultado óptimo que nos sirva para la competición.
Es evidente que cada apartado integrador del jugador es
importante, que debemos entrenarlos todos para aprovechar el mayor rendimiento que
pueda tener el deportista, teniendo en cuenta que habrá algunos aspectos que se
“entrenen” más que otros y que la demanda será superior por la importancia y trascendencia
que este tenga en el juego. Pero no debemos olvidar que en el Fútbol 2 + 2 nunca suman 4.
Me sorprende encontrar todavía entrenamientos que se alejan de
lo que luego se observa en un partido, sesiones donde los objetivos condicionales
son los que sustentan las tareas, priorizando los metros recorridos, las cargas
de trabajo, los minutos trabajados, el lactato acumulado, los test de evolución,
etc.. (además, en este caso, me asalta una pregunta, ¿Qué es estar físicamente
bien en este deporte?)
O sesiones donde los trabajos analíticos son la herramienta
fundamental del entrenador para conseguir lo esperado (y ¿qué es lo que se espera?), donde trabajos sin
oposición son guiados con el “mando a distancia”, como si luego en el partido
fuese eso mismo a pasar.
Debemos preparar tareas que acerquen a los protagonistas a
la realidad de la competición, tareas donde puedan asimilar los comportamientos
que deben tener en el juego y que les ayude a saber interpretar las distintas acciones
del partido para salir con éxito tanto individual como colectivamente.
Trabajando con incertidumbre y dejando lugar a la
creatividad del jugador, atendiendo a las conexiones y asociaciones efectivas,
tratando de “gustar” al que realiza la tarea, reuniendo todos los aspectos que
se presentan en la realidad y excluyendo los que no están por ningún lado,
posibilitando el crecimiento a nivel global y contextual.
Por supuesto, todos los trabajos son respetables y nos pueden
servir en cualquier momento, pero no podemos basar nuestros entrenamientos en
tareas descontextualizadas y alejadas de la verdad del juego.
No pretendo decir como se debe entrenar, ni mucho menos!, pero
permítanme que quiera sembrar la duda en aquellos que tenemos la
responsabilidad de dirigir a un equipo y, por ende, a un grupo de jugadores de
Fútbol con muchos sueños e ilusiones.
Sé que a veces puedo parecer arrogante, ofensivo e incluso injusto para algunos, pero sigo pensando que hay que ser autocríticos, pues si no lo somos no seremos capaces de seguir mejorando, y entonces llegará el indeseado día en el que no sirvamos para el Fútbol.
Un saludo
Cachola 4