Aun me vienen recuerdos de cuando era niño y, estando
en el colegio, me mandaban deberes, uno de los más comunes eran los dibujos
que una vez trazados había luego que colorearlos como la foto que aparecía al
lado o como la plantilla que me dejaban en un papel aparte. Solía empezar con
mucho entusiasmo siguiendo los trazos de una forma “casi perfecta” para
conseguir el mejor resultado posible y estar entre los mejores dibujos de la
clase, pintaba con mucho esmero y no me “permitía” cometer errores siempre
utilizando la técnica más adecuada y poniendo en práctica mis mejores recursos para conseguir el
lujoso resultado …… pero había veces que con el paso de los minutos, bien por
prisas, por cansancio, por que no me gustaba lo que hacía o por otros motivos, renunciaba
a mis buenos recursos y me dejaba llevar por otros menos efectivos ….. muchas realizaba
el dibujo a la perfección, con unos trazos estupendos y manteniendo la
esperanza de conseguir una obra de arte, pero después, por culpa de cambiar la
técnica y los recursos no lo coloreaba bien, saliéndome del trazo marcado y
escogiendo feos colores que hacían del dibujo una obra muy corriente y,
evidentemente, obteniendo malos resultados.
Pues algo de eso nos ha podido pasar esta semana
pasada en el partido de competición, donde trazamos un maravilloso dibujo con
unos trazos inmejorables en la primera mitad gracias a una técnica depurada y
que luego, no supimos colorear ni darle los tonos más correctos en la segunda
parte, impidiendo con ello obtener la mejor obra posible y restándonos en el
resultado final y la puntuación obtenida en clase.
Hicimos un gran primer tiempo, compitiendo a un
gran nivel y superando a nuestro rival en todo momento, llevando el partido y
el dominio del juego para poder ponernos por delante y dominar el encuentro y,
lo que es más importante, siendo nosotros y jugando con personalidad
proponiendo nuestro estilo de juego.
Tras el descanso todo cambió, nos costó realizar
el juego combinativo por el que solemos apostar y no fuimos persistentes en
nuestro ataque, contragolpeando, replegándonos en nuestro campo y apostamos por
defender el resultado sin darnos cuenta que poco a poco nos sería más difícil
llevar el partido hacia nuestro interés, arriesgando demasiado ya que en
cualquier acción, debido a que jugábamos cerca de nuestra meta, pudiera el
adversario conseguir el premio del gol, cosa que al final ocurrió, aunque eso
sí, en el minuto 93 de partido sin tiempo para más.
Por supuesto que en todo esto tuvo mucho que ver la
dificultad del dibujo a realizar (estrategia operativa - equipo rival), el papel
donde había que pintarlo (terreno de juego), el entorno de la sala de estudio
(jugamos de visitante), los colores a utilizar (aconteceres del juego), ….. pero
pienso que tenemos que ser contundentes a la hora de utilizar la técnica y
confiar en ella hasta que el dibujo esté acabado.
De todos modos debemos estar tranquilos, sabiendo
que sólo ha sido un dibujo que no nos ha salido todo lo bien que podía haberlo hecho, e incluso nos ha servido para aprobar aunque sea por poco y que aun
nos queda mucho que pintar en esta temporada. Así que debemos seguir trabajando
para depurar nuestra técnica y prepararnos mejor para afrontar los próximos
partidos.
................ VAMOS EQUIPO!! ..................
Cachola 4