Una de las cuestiones que hacen particular al deporte, en nuestro caso el Fútbol, es la complicación que tiene el poder competir siempre al mismo nivel y, evidentemente que ese nivel sea muy alto para poder superar al rival al que te enfrentas. Posiblemente esa sea una de las tareas más exigentes para todos nosotros, los entrenadores, conseguir que nuestros equipos "actúen" cada partido compitiendo a un buen nivel y que éste sean tan alto que nos pueda valer para conseguir la victoria, pues con esa premisa encaramos la planificación antes del viaje hacia Tomares.
Tras una semana en la que preparamos el encuentro conociendo las características de nuestro rival, sabiendo de los pormenores del campo "enemigo" (conocidas sus dimensiones) y teniendo en cuenta las probabilidades del entorno del día del partido, creímos que los deberes estarían bien hechos y que conseguiríamos "competir al nivel exigido".
No en vano, empezamos el partido muy metidos en el buen hacer, sabiendo aprovechar nuestras virtudes y anegando las del rival, aprovechando "los preparativos" del trabajo semanal y acogiéndonos al guión que traíamos preparado para la cita.
Realizamos una excelente primera mitad, donde fuimos claros dominadores de la situación ganando en las zonas fundamentales del juego para poder tener posibilidades ante la portería rival y proteger la nuestra de los acercamientos contrarios. Intensos en tareas defensivas, sin dejar tiempo ni espacio al oponente para que pudiera preparar la ofensiva y "acertados" en la creación del ataque, llevándolos por lugares acertados que nos dieron las opciones favorables para poder, en esta primera parte, acabar con el partido. Tanto es así, que a pesar de conseguir un sólo tanto, pudimos "machacar" al rival si hubiéramos aprovechado algunas de las numerosas ocasiones claras de gol que obtuvimos. Pero esto es Fútbol y tras este periodo nos fuimos al descanso con empate a uno, gracias a que nuestro rival aprovechó uno de los pocos "acercamientos" que tuvo merced a un error nuestro para conseguir gol.
Ahora bien, empezó la segunda parte, y todo cambió. Prácticamente en la primera acción de juego nos marcaron el segundo gol sin darnos tiempo a "atarnos bien las botas", el "enemigo" aprovechó una serie de desaciertos y falta de concentración para batir nuestra portería y ponerse por delante en el marcador en el minuto 2 de la segunda parte, para hacer que todo cambiara.
Empezaron las prisas y no supimos asimilar lo sucedido, quisimos atacar de forma distinta, jugando con acciones de juego más directo y partiendo el equipo en dos bloques, facilitando con ello la fase defensiva rival, que veía como "caíamos en la trampa" y facilitábamos sus tareas a la hora de defender balones aéreos sin promover antes que "salieran de la cueva".
Por ello y al mismo tiempo, nos costaba más trabajo defender sus ataques, teniendo que correr mucho más en esta fase al tener que recorrer más distancia y defender más espacio y con menos hombres cerca del balón para poder evitarlo.
Así que fueron pasando los minutos mientras que se veía como no encontrábamos la fórmula que pudiese cambiar el rumbo del partido, tanto es así que en otra acción evitable, consiguieron el tercer tanto premiando en demasía a un rival que sacó provecho de nuestra falta de regularidad.
Cambiamos de estilo con la primera adversidad, nos faltó tener la personalidad suficiente para seguir con el guión establecido, confiar en nosotros y en nuestra forma de jugar, consiguiendo con ello que nuestro nivel se viera condicionado y mermado para no darnos opción de competir al máximo de nuestras posibilidades.
Como empecé diciendo, es evidente que no estaremos nunca al mismo nivel, que en cada momento encontraremos diferentes variables que repercutan en el mismo y que dependerá de numerosos factores la forma de competir en cada partido, pero debemos ser exigentes con nuestro trabajo y desempeño, tratando cada día de ser mejores y trabajando por ello, para de esa forma, poder hacer frente a nuestros rivales en cada partido en las mejores condiciones posibles y presentar un nivel óptimo que garantice la posibilidad de poder obtener la victoria.
Por otra parte, debemos ser más lineales y regulares en nuestro trabajo, escogiendo el máximo rendimiento para cada ocasión y evitando la relajación, el conformismo o las dudas de nuestro máximo nivel.
Así pues, no debemos dejar pasar más tiempo para cambiar el curso natural de todo grupo de trabajo que busca el mejor de los resultados posibles, con la ambición de unos jugadores que deben tener la intención de hacer historia en su club y llegar lo más lejos que les sea posible, teniendo en cuenta que, por suerte, todo depende de su sacrificio y esfuerzo para llegar hasta donde ellos quieran llegar.
Yo propongo que nos pongamos manos a la obra para conseguirlo, sin olvidarnos que esto es un deporte y que venimos a disfrutar pero que defendemos una camiseta y nos debemos a ella y a nuestro trabajo diario.
Por mi parte, trabajo, ilusión y dedicación no me van a faltar para que puedan cumplirse los sueños que juntos elijamos y, les animo a que sean ambiciosos a la hora de soñar, que los sueños a veces se cumplen si se "busca con ímpetu" y si no es así, que al menos estemos orgullosos de lo que hemos conseguido en dicha búsqueda.
......................... VAMOS EQUIPO!! ................
Cachola 4
