Parece que en estos tiempos, nuestro “atractivo” deporte, proporciona
cobijo a muchos especialistas,
otorgándoles en muchas ocasiones unas funciones y categoría de especial importancia y, hasta yo diría
en muchos casos, relevancia, invadiendo
sin piedad alguna el espacio, hasta hace poco, sagrado del Entrenador.
Preparadores físicos, ayudantes de preparadores físicos, especialistas en trabajo de fuerza, entrenadores de porteros, readaptadores, médicos, psicólogos,
nutricionistas, scouting, informadores, ….
Un numeroso grupo de especialistas que, sabedores de la dimensión
económico-social que alcanza nuestro deporte y por que no decirlo, apoyados,
defendidos y hasta solicitados por muchos Entrenadores, se autoeligen como expertos
en la materia (Fútbol) y parte esencial de la preparación del deportista.
Encima, como “leales escuderos” de su especialidad y no olvidemos, de su
porvenir deportivo-económico, cada uno defiende sus posibles aportaciones como
si fuesen fundamentales e imprescindibles para el jugar del equipo y por ende la trayectoria deportiva del mismo,
aconsejando que se les tengan muy en cuenta a la hora de planificar el trabajo
y dar su opinión a la hora de decidir como se deben hacer las cosas. La intención parece evidente, hacernos creer que sus aportaciones son fundamentales para el buen hacer del equipo y del rendimiento de los jugadores en la competición, basados en cuantificaciones, números y datos que parecen confirmar la obligada necesidad de sus servicios.
No dudo que todas las ciencias y especialistas que rodean el Fútbol puedan aportar cosas a la hora de sumar y conseguir la mejora del equipo y de los futbolista, e incluso soy capaz de admitir que algunas veces su trabajo puede ser necesario para dichos objetivos, pero de ahí a que sean determinantes o imprescindibles para que los resultados sean óptimos ….. hay mucho trecho.
Para apoyar esto que escribo, sólo hay que ir a ver entrenar y comprobar como en muchos sitios nos encontramos a Entrenadores que se pasean, a veces cabizbajos, por los campos de entrenamiento observando las tareas e indicaciones que ejecutan sus especialistas del Cuerpo Técnico, sin participar en las mismas y ni tan siquiera valorarlas o ponerlas en duda aunque estén alejadas de la realidad competitiva al no tener en cuenta la globalidad que entraña el Fútbol y su complejidad contextual.
Queridos compañeros, reaccionemos ante la avalancha que se nos está viniendo encima y no nos dejemos quitar el lugar que nos corresponde aunque sólo sea por antigüedad, si no seremos nosotros los que tendremos que emigrar a otras partes, y ya verán como no seremos tan bién recibidos e incluso en muchas, ni nos dejarán entrar.
Salu2
Cachola 4
