Era la hora de ponernos a prueba, comprobar si nuestros chicos
tenían asimilada la idea general de juego y había servido todo lo entrenado, saber si el equipo
estaría al nivel necesario para poder enfrentar las dificultades que entraña la
competición y preparados para el momento en que las victorias o derrotas
costasen más que la propia imagen del equipo (esto para mí es muy importante).
Vivimos un partido muy interesante, “peleado” intensamente por
ambos equipos hasta el final puesto que lo ajustado del resultado, promovió que
ningún contendiente se pudiese relajar.
Bajo mi punto de
vista, nuestro equipo estuvo un escalón por encima del equipo
rival en casi todos los aspectos fundamentales del juego, bien “asentados” desde
el comienzo y, aparentemente teniendo las cosas muy claras en las distintas
fases del juego, llevando en gran medida la iniciativa y marcando el ritmo de
partido.
Realizamos un buen partido, ganando la posesión de balón y haciéndonos
fuertes a partir de la misma, primero por poder “navegar” más tiempo en fase
ofensiva y segundo, dificultando a nuestro adversario su juego, privándole de
una de sus mejores armas. (como les digo a nuestros chicos, el equipo que posee
el balón es el que tiene las opciones de llevarlo a la meta rival y crear las posibilidades
de gol y anula las del equipo rival),
En fase ofensiva jugamos con bastante criterio, manteniendo
en la mayoría de las acciones (aún tenemos y debemos que mejorar en este
aspecto) la paciencia necesaria para poder progresar y llegar con opciones a la
portería rival, consiguiendo con ello, algunas ocasiones de poder anotar.
En fase defensiva, si bien es cierto que el rival obtuvo
algunos acercamientos con posibilidad de hacernos daño, fueron bien controlados
y no pasamos demasiados problemas cuando fuimos atacados, frenando lejos de
nuestra portería las acometidas rivales y anulando sus ataques de forma
efectiva.
Y quizás, donde el equipo estuvo a un nivel superior, fue en las transiciones. Tardamos poco en cambiar el “chip”, ganando
la mayoría de las acciones a nuestro rival, sin permitir que se sintieran cómodos
en nigún insatante y mermando sus capacidades con el paso de los minutos.
Hicimos un primer tiempo fabuloso y una segunda mitad muy
aceptable, ganando en muchas parcelas del campo, trabajando con sacrificio y
solidaridad a favor del compañero, teniendo
personalidad y plena confianza en nuestro juego, consiguiendo condicionar el
jugar del rival haciéndolo “más débil” (este comentario lo utilizo para hacer
ver lo que creo que se dio en el partido, ni mucho menos para infravalorar al
adversario que lo considero un gran equipo perfectamente entrenado por mi gran
amigo y magnífico compañero José Manuel Fidalgo). Cierto es que a poco de
empezar el segundo tiempo, el adversario se vería condicionado por sufrir una
expulsión, pero esto también forma parte del juego y, sinceramente creo, que
con igualdad numérica hicimos méritos suficientes para poder llevarnos la
victoria, que no se vería reflejada hasta que, a falta de siete minutos del
final, aprovecháramos una jugada de estrategia finalizada por un cabeceo de Juanan.
El equipo rival nunca se rindió y, con más corazón que
cabeza, intentó hasta el pitido final conseguir al menos un gol que les
premiara con el empate, pero en esta ocasión este no llegó.
Es lógico, y teniendo en cuenta que ha sido la primera de las 34 jornadas de competición, que
aún nos queda mucho que trabajar y poder mejorar para ser más competitivos, para
así encarar en las mejores condiciones los siguientes partidos, objetivo del cuerpo técnico desde
que terminó el encuentro de la pasada jornada.
No quisiera terminar sin hacer referencia al equipo rival, estoy
convencido que hará disfrutar esta temporada a su hinchada (ésta estuvo de “10” al llenar prácticamente el estadio y no dejar de alentar a los suyos hasta el pitido final) y que conseguirán
sus metas, teniendo en cuenta el buen equipo que tienen, con magníficos
futbolistas y un gran entrenador, que como buen deportista admitió la derrota,
me atendió y felicitó como pocos hacen (http://josmanuelfidalgo.blogspot.com.es/2014/09/perdimos-la-joya-de-la-corona.html).
Por otro lado, no debemos “equivocarnos ni confiarnos” para sí seguir trabajando, siendo conscientes de que sólo hemos “empezado bien”, que nos queda todo un mundo por delante, que el camino no será nada fácil y que el
esfuerzo, la ambición, la implicación y la ilusión de todos serán nuestra base para
conseguir el triunfo.
Yo seguiré siendo crítico y exigente con mi labor, trabajando con esfuerzo y humildad para ayudar a competir cada día mejor a mi gran equipo.
Yo seguiré siendo crítico y exigente con mi labor, trabajando con esfuerzo y humildad para ayudar a competir cada día mejor a mi gran equipo.
Felicidades …. y a seguir EQUIPO!!
Cachola 4