Juan Antonio "Cachola"


Aquí una visión "más" del apasionante mundo del Fútbol, más o menos compartida y vista desde un punto de vista seguramente diferente, el mío

martes, 19 de agosto de 2014

Descartes. Hasta la misma palabra suena mal!



 Cuando uno es Entrenador de Fútbol y se hace cargo de dirigir a un equipo, contrae una serie de responsabilidades y “cargos” a los que debe atender, de mayor o menor importancia y muchos de ellos con gran relevancia para otras personas.

    Uno de tantos, es el confeccionar la plantilla que defienda y represente al club para el que trabajas y que debes dirigir, escogiendo a los mejores jugadores que se considere para tener el mejor equipo posible.

    Evidentemente, esto no deja de ser una cuestión de “gustos”, ya que cada uno puede valorar distintamente a cada jugador y defender una opinión de sus características y cualidades deportivo-futbolísticas, e incluso cada cual, puede pensar en roles o demarcaciones diferentes para un mismo jugador (he tenido jugadores que todos aseguraban y veían en un puesto específico y para mí, su lugar era otro bien distinto).

    Aquí hay que tener en cuenta muchas circunstancias y variables para poder “acertar” en las decisiones a tomar, no sólo sirven las valoraciones objetivas (o subjetivas diría yo) de la “calidad” futbolística del individuo, hay otras muchas circunstancias que se deben sopesar a la hora de confeccionar la plantilla y elegir (número de jugadores que formarán el equipo, jugadores por puestos, asociaciones efectivas entre algunos, compromiso del individuo, disponibilidad, estado mental, emocional, físico, de salud (lesiones), experiencia o juventud, situaciones especiales, ….)

    Se trata de buscar la plantilla más competitiva, adecuada al jugar pretendido (¿o esto es al revés?) y con las variantes que creamos puedan servirnos para llegar con ella hasta el final del campeonato. Aunque parezca mentira y, a veces una excusa de cara a los jugadores, todos estos “detalles” son tenidos en cuenta a la hora de confeccionar el equipo y, por ende, realizar los “descartes”.


    Para un entrenador (doy por sentado que es algo general), los “pesados descartes”, y no lo digo despectivamente si no todo lo contrario, es una de las responsabilidades más comprometidas, delicadas y desagradables de nuestro trabajo.
Tener que comunicar a algunos Futbolistas, independientemente de la causa por la que se haya llegado a tomar la decisión, que no vamos a contar con ellos …… es un paso amargo y poco gustoso de hacer, pero ….. como bien he referido antes, entra dentro de nuestro cometido como “directores de orquesta”.

    Pero es que …. ver como algunos Futbolistas que, con toda la ilusión del mundo, comprometidos con la causa y unas ganas de darlo todo increíble, se tienen que quedar fuera de la plantilla y encima ser el portador de tan mala noticia, no deja de parecer cruel y hasta “antideportivo”, pero este mundo está hecho así, cada equipo debe llegar a “la batalla” con sus mejores armas (o las que el cuerpo técnico crean que son estas) y no entiende de sentimientos, pesadillas, amistades, ni del disgusto de muchos.

    Así que …. desde estas líneas quiero dejar constancia de la aportación, y que sirva de homenaje, de esos Futbolistas que ven truncadas sus ilusiones, teniendo que cambiar de expectativas de buenas a primeras sin, a veces tiempo para reaccionar, recibiendo sólo a cambio por tan duro golpe una palmadita en la espalda y una “excusa” que nunca llegará a convencerles y que quizás, les deje marcados para el resto de su vida deportiva.

    A todos esos que he tenido el placer de conocer pero la desafortunada necesidad de descartar, desearos mucha suerte, animaros a que continuéis adelante con vuestro sueño y os agradezco vuestro trabajo y “comprensión” por la decisión que tuve que tomar.

Descartados  =  Futbolistas = Nuevos Objetivos

Cachola  4